Las baterías AGM y VRLA son tipos de baterías de plomo-ácido selladas, que se usan comúnmente en instalaciones fotovoltaicas. Estas baterías tienen la ventaja de no requerir mantenimiento, tener una alta resistencia a los ciclos de carga y descarga, y una baja autodescarga. Sin embargo, también tienen algunas limitaciones, como una baja capacidad de carga, una alta sensibilidad a la temperatura y una vida útil limitada.

Para cuidar las baterías AGM y VRLA en una instalación fotovoltaica, se recomienda seguir estas recomendaciones:

  • Elegir baterías adecuadas al tipo y tamaño de la instalación, teniendo en cuenta la potencia, la capacidad, el voltaje y la profundidad de descarga.
  • Instalar las baterías en un lugar seco, ventilado, limpio y protegido de la luz directa del sol, temperaturas extremas (frío y calor) y las vibraciones.
  • Conectar las baterías correctamente, siguiendo las instrucciones del fabricante y respetando la polaridad, el orden y el aislamiento de los cables.
  • Usar un regulador de carga adecuado, que controle el voltaje y la corriente de carga de las baterías, y evite la sobrecarga o la descarga profunda.
  • Cargar las baterías completamente después de cada uso, y evitar dejarlas en estado de descarga por mucho tiempo.
  • Verificar periódicamente el estado de las baterías, mediante pruebas de voltaje, corriente y resistencia interna, y observando si se inflan, deforman, o presentan fugas o corrosión.
  • Reemplazar las baterías cuando su capacidad se reduzca por debajo del 80% de la original, o cuando presenten algún defecto o daño irreparable.
  • Desechar las baterías usadas de forma responsable, siguiendo las normas ambientales y de reciclaje, y evitando contaminar el suelo o el agua.

 

Siguiendo estas recomendaciones, podrá prolongar la vida útil de las baterías AGM y VRLA, mejorar el rendimiento y la eficiencia de su instalación fotovoltaica, y proteger su inversión.

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